viernes, 27 de marzo de 2009

March, twenty seven


Los tres casi juntos. Si paso marzo estoy salvada, ¿no?. Tú primero, luego ellos dos. Pero eras tú con quien hacía huevitos de pascua con galletas molidas y leche condensada. Siempre lo recuerdo. (Siempre te recuerdo). Y metida en tu jardín lleno de flores que luego cortaba y te llevaba de regalo, y tú tratando de sonreír bajo el horror que la niñita de 4 años degollara las camelias... Recuerdo tus manos que olían a trementina, y que a veces pasaba mi dedo -sólo un poquito- sobre el óleo fresco del lienzo pues así yo también me sentía artista. Y las comidas extrañas, ya que siempre olvidabas algún ingrediente o agregabas nuevos según el ánimo creativo del momento. Los cajones repletos de objetos, todos enredados entre si; del pañuelo colgaba un collar de perlas, el hilo de coser, un guante, un lápiz y lo que quisiera huir del caos que tanto te gustaba. (¡A mi también!). El desayuno en la cama, leche con vainilla en taza blanca con tréboles verdes y la tostada con mantequilla. Y tu risa. La mejor que nunca oí. Ever. El aroma de los pañuelos que siempre llevabas al cuello. 9711. (También la tengo, pero ese es un secreto entre tú y yo). Las repisas con polvo y colores. Los especieros pegajosos y llenos de aromas nuevos para mí. Zuko en frasco de vidrio. Sémola caliente con salsa de frambuesa (¡caliente!, argg). Tu risa nuevamente. Y no preocuparte demasiado por nada que no valiera la pena. Entrar corriendo a tu casa para abrazarte fuerte, fuerte. Casi sabiendo que no teníamos tanto tiempo, ¿eh?. Que seas feliz donde estás; sé que es así.
Enjoy the ride, love you.

1 comentario:

sueñoinsomne dijo...

Mi corazon se hizo millones de veces mas chico y a la vez infinito, ojala tengamos mas de esto y menos de aquello...