Los tres casi juntos. Si paso marzo estoy salvada, ¿no?. Tú primero, luego ellos dos. Pero eras tú con quien hacía huevitos de pascua con galletas molidas y leche condensada. Siempre lo recuerdo. (Siempre te recuerdo). Y metida en tu jardín lleno de flores que luego cortaba y te llevaba de regalo, y tú tratando de sonreír bajo el horror que la niñita de 4 años degollara las camelias... Recuerdo tus manos que olían a trementina, y que a veces pasaba mi dedo -sólo un poquito- sobre el óleo fresco del lienzo pues así yo también me sentía artista. Y las comidas extrañas, ya que siempre olvidabas algún ingrediente o agregabas nuevos según el ánimo creativo del momento. Los cajones repletos de objetos, todos enredados entre si; del pañuelo colgaba un collar de perlas, el hilo de coser, un guante, un lápiz y lo que quisiera huir del caos que tanto te gustaba. (¡A mi también!). El desayuno en la cama, leche con vainilla en taza blanca con tréboles verdes y la tostada con mantequilla. Y tu risa. La mejor que nunca oí. Ever. El aroma de los pañuelos que siempre llevabas al cuello. 9711. (También la tengo, pero ese es un secreto entre tú y yo). Las repisas con polvo y colores. Los especieros pegajosos y llenos de aromas nuevos para mí. Zuko en frasco de vidrio. Sémola caliente con salsa de frambuesa (¡caliente!, argg). Tu risa nuevamente. Y no preocuparte demasiado por nada que no valiera la pena. Entrar corriendo a tu casa para abrazarte fuerte, fuerte. Casi sabiendo que no teníamos tanto tiempo, ¿eh?. Que seas feliz donde estás; sé que es así.
Enjoy the ride, love you.
Enjoy the ride, love you.
1 comentario:
Mi corazon se hizo millones de veces mas chico y a la vez infinito, ojala tengamos mas de esto y menos de aquello...
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